LA VENGADORA LUMINOSA.
La mujer de agua recita su poema de amor ingrávido.
El hombre de plata lo atrapa en el aire
como una onda radial que viaja
y se queda dentro.
Ya no vive en soledad.
Una vengadora luminosa clama
ante su ausencia
y pide rescate.
Sonrojos pasionales (le) acometen.
Está conmovido por el hallazgo.
Se va instalando cada día
en su cuerpo
una felicidad misteriosa
y triste.
La felicidad de estar vivo
y poder sentirlo.
Y más triste.
No saber de dónde viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario