jueves, 13 de diciembre de 2007

Advenimiento: El grito final

ADVENIMIENTO: EL GRITO FINAL






La mujer de agua
lleva un velo opaco
ante los ojos del perseguidor,
que la añora.


Ella lo trae de la nariz,
hacia el alto de un puente
o a la proa del Titanic.
Abre los brazos y se desvanece
para entregarse en la incierta frontera.

Cada gesto es una danza.
Una metáfora del deseo.
Un relámpago avizora el crimen
y frena al rayo.


Para el amante,
ella tiene cuerpo
en el estertóreo,
tremebundo grito orgiástico
que resuena y le devuelve
la perdida fe,
antes del advenimiento.





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