Una red insoluble,
inexplicable y abstrusa,
singular refugio
del viajero enmascarado
detrás de su herradura de oro,
lo acomete.
Tiznado vendaval de hojarascas
embiste su corazón de plata.
El graznido del cuervo de Poe
se convierte en gladiador,
héroe del viento,
Nevermore del nunca más.
Emblemas periféricos
de las Fleurs du mal,
en la cítara del mensajero,
irrumpen en la memoria.
Broquel y arma blanca
de una esdrújula trigonometría
que estudia los ángulos
de formas llanas,
agudas, graves y obtusas,
como su mente obtusa,
grave e iniciática,
desde una selva de máscaras derruidas
por el fermento
de su completa angustia solitaria.