TEORÍA DE LA LLUVIA.
a Joaquín Gianuzzi
No me quites tus alas de crisálida.
Tu ala es carpintero
que horada la madera virgen,
cataplasma que alivia dolores,
tabla de multiplicar
los panes y los peces
en un pequeño cofre
de ilusiones.
Tus alas son paraguas.
Teoría de la lluvia
con que me protejo
de los malos tiempos.
Tus alas son dos espejuelos,
tizones aprisionados;
desde ellos miro al mundo
y lo comprendo;
descubro luz, sonidos y colores
en su mágica garganta.
Tus alas siembran cada noche
semillas en el cielo,
estrellas desnudas,
postales de amor ingenuo.
Son el ojo de la cerradura incomparable
que abre al misterio su puerta
y me llevan a la luna,
dama nívea de fragosa risa,
satélite de mi felicidad
definitiva, concreta y vehemente,
cuando las presiento como si fuera
la primera vez.
a Joaquín Gianuzzi
No me quites tus alas de crisálida.
Tu ala es carpintero
que horada la madera virgen,
cataplasma que alivia dolores,
tabla de multiplicar
los panes y los peces
en un pequeño cofre
de ilusiones.
Tus alas son paraguas.
Teoría de la lluvia
con que me protejo
de los malos tiempos.
Tus alas son dos espejuelos,
tizones aprisionados;
desde ellos miro al mundo
y lo comprendo;
descubro luz, sonidos y colores
en su mágica garganta.
Tus alas siembran cada noche
semillas en el cielo,
estrellas desnudas,
postales de amor ingenuo.
Son el ojo de la cerradura incomparable
que abre al misterio su puerta
y me llevan a la luna,
dama nívea de fragosa risa,
satélite de mi felicidad
definitiva, concreta y vehemente,
cuando las presiento como si fuera
la primera vez.